Recomendaciones a la hora de pensar en detectores de gas natural y sensores de humo

Los detectores de gas y los sensores de humo constituyen una de las medidas de seguridad básicas en cualquier espacio. Sirven para protegernos de alguna fuga de gas y para prevenir o detectar posibles incendios. Por eso, hoy vamos a analizar los diferentes tipos de detectores de gas natural y de humo y la mejor manera de instalarlos.

Existe una amplia variedad de detectores de gas y humo. Estos pueden elegirse en función de las características del espacio que debe protegerse y las necesidades del usuario.

Detectores fotoeléctricos
También conocidos como detectores ópticos. Existen dos tipos:

Detectores fotoeléctricos puntuales: Se activan cuando el humo o el gas alcanza al dispositivo.
Sensores fotoeléctricos por infrarrojos: Detectan el humo cuando este entra en contacto con el aire.

Detectores iónicos
Este sistema ioniza el aire con dos placas conectadas entre sí por una corriente eléctrica. Cuando el aire incluye pequeñas partículas, las placas se separan e interrumpen la corriente, lo cual dispara la alarma. Es un sistema más económico que el anterior.

Otros tipos de sensores
Existen otros tipos de sensores cuyo uso está menos extendido son:

Sensores de temperatura fija.
Detectores de temperatura por gradiente.
Sensores de llama.
Detectores y sensores combinados.

¿Dónde instalar los detectores de gas y de humo?

Los detectores convencionales suelen instalarse en los techos porque es hacia donde se dirige el humo durante el proceso de combustión. De este modo, nada más iniciarse el incendio, los detectores constatarán la presencia de humo en el ambiente y procederán a activar la alarma.

En algunos casos, la alarma va unida a un sistema de rociadores automáticos, que sofocan el incendio. Lógicamente, todos estos dispositivos tienen que instalarse en el techo. En el caso del sensor de gas, su ubicación está condicionada por el tipo de gas que se quiera detectar.

¿Dónde hay que colocar el detector de gas natural?
En el caso del gas natural, lo más aconsejable es situar los sensores en paredes libres de obstáculos. Específicamente, a unos 30 cm por debajo del techo y a otros 30 cm de la esquina más próxima.

Cómo instalar un detector de gas o de humo

Por supuesto, independientemente del tipo de detector, hay que seguir unas normas básicas de instalación:

Nunca situaremos los sensores cerca de fuentes de mucho calor o mucho frío.
No los pondremos cerca de espacios de ventilación, sistemas de acondicionamiento, ventanas o puertas.
Evitaremos situarlos cerca de obstrucciones (vigas salientes, huecos, espacios angostos, etc.).
No se deben colocar en zonas húmedas, zonas con mucha suciedad, zonas de fumadores o a la intemperie.

¿Qué distancia hay que dejar entre los sensores?
Existen diferentes normativas comunitarias sobre las distancias necesarias según los metros cuadrados del local. Así, en espacios iguales o inferiores a 60 m2, los sensores no deberían presentar una separación superior a los 6 metros.

No obstante, hay que poner los detectores de humo a menos de 6 metros en:

Espacios de riesgo (cocinas, calderas…).
Lugares con techos de altura superior a 3 metros.
Techos inclinados o con muchas obstrucciones.
Espacios con mucha corriente o suciedad en el aire.

Estas recomendaciones son aportadas por 3 de Fierro. Para más información se pude consultar la web o el facebook de 3 de fierro.

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