Irene Lozza: la “mamá cuentera” que fundó una movida comunitaria, gratuita y de rescate de los cuentos populares

RSM dialogó con Irene Lozza, fundadora de Cuenteros Comunitarios, sobre el origen de la familia cuentera sanmartinense, la importancia de la narración oral y el proyecto artístico-humanitario que lleva a cabo en la ciudad, hace 9 años.

Irene atiende el teléfono con un “hola” lírico, alegre y entusiasta. Está en Córdoba, varada desde el inicio de la cuarentena, con dos nietos allá y dos acá. Durante toda la conversación, que dura más de cuarenta minutos y recorre muchos años de historia, ella mantiene la misma impronta de comunicación: no está contestando preguntas, está narrando, y para ello va y viene por un sinfín de tonos y timbres que despliega junto con un gran catálogo de emociones.

 

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RSM: ¿Cómo nace la idea de crear Cuenteros Comunitarios?

IL: Yo soy cuentista desde siempre, narradora oral, contadora de historias. Vivo en San Martín hace 16 años. Cuando vine me puse a hacer teatro y la gente me empezó a conocer. Me pedían que diera un taller, pero no me interesaba, porque para mí los cuentos son algo muy sagrado, no quería que la gente pasara y se fuera.

Hasta que un día me agarró un sentimiento muy profundo que me hizo pensar: “vos no estás compartiendo, no alcanza con compartir las historias, tenés que compartir el arte también”. Entonces junté a las cuatro o cinco personas que me venían pidiendo el taller y les dije: “Vamos a hacer un proyecto gratuito, que no sea una cuestión de dinero, pero sí de alto compromiso. La gente que venga tiene que salir también a contar cuentos, a devolver lo que recibió”.

RSM: ¿Cuándo fue esto?

IL: En 2012. Un 24 de marzo arrancó la convocatoria. Pedí el salón de la Biblioteca 9 de Julio, donde yo era bibliotecaria y ahí empezó todo. Esperaba que vinieran 5 ó 6 personas y cayeron como 30.

 

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RSM: ¿Dónde aprendiste a contar cuentos?

IL: Yo siempre contaba cuentos, desde chiquita andaba metida en la literatura. Mi primera publicación fue a los 9 años, en una revista que salía a vender yo misma. Después estudié bibliotecología, para estar cerca de los libros, y trabajé muchos años en diferentes radios, contando cuentos.

En ese entonces, hace 30 años atrás, yo andaba medio frustrada y no sabía que existían los Narradores Orales. Un día, yendo a una entrevista de trabajo veo, desde arriba del colectivo, un cartel que decía: “Cuenteros y cuentacuentos: de lo espontáneo a lo profesional”. ¡Me puse loca!, me fui corriendo para atrás del colectivo, para no perder el cartel. Tenía una voz que me decía “bajate, bajate, bajate” ¡y me bajé!

Busqué el cartel y fui a la dirección que decía. Resultó que era la Fundación del Libro y que al día siguiente comenzaba el encuentro. Me acuerdo que me anoté y la inscripción me costó $15 pesos. Ese día descubrí que lo que hacía tenía un nombre y que había miles como yo por todo el mundo. Fue increíble.

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RSM: Tenés una antología de tonadas argentinas en la voz, ¿dónde naciste, Irene?

IL: (Risas) De nacer, nací en Capital Federal, pero viví mucho tiempo en Salta, en la costa, anduve por muchos lugares. Estudié literatura, danza, teatro, música, y todas esas piezas se fueron acomodando en un rompecabezas intuitivo perfecto.

Con el tiempo me empecé a dar cuenta que lo que me interesaba era la cuentería popular. La costumbre era contar cuentos de autores, pero me parecía que no era por ahí, que eso no era lo genuino, no tenía la fuerza, el vigor y la profundidad de los cuentos populares del mundo. Ahí empieza otro gran viaje, de mucho estudio e investigación sobre el cuento oral y antiguo.

RSM: Si tuvieras que definir a Cuenteros con una sola palabra, ¿cuál usarías?

IL: ¡Amor! Es lo más cercano a amar al prójimo, a la magia, a la sensación de legado, de continuidad y proyecto humano. Me superó. Pasaron más de 200 personas en estos 9 años, pero nadie se va realmente nunca, pueden no estar activos, pero se quedan siempre en espíritu.

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RSM: ¿Cómo es la formación dentro de Cuenteros?

IL: En Cuenteros hay dos grupos: Iniciantes y Permanentes. En Iniciantes tenés una formación de más o menos 4 meses, donde aprendés cosas fundamentales sobre los cuentos y la búsqueda interna del cuentista propio. Lo primero es rescatar el contador que uno lleva dentro, todos mantienen su propia voz. Hay una integración inmensa con el grupo. Somos un organismo muy vivo.

Luego se hace una primera presentación ante familiares y, por último, se lleva el cuento a diferentes cuenteadas. Ahí te consagrás como Cuentero Comunitario. El grupo de Permanentes está a cargo de Guada (Guadalupe Guevara) pero nos integramos mucho entre ambos grupos. Después está la merienda Cuentera, que es un ritual: cuentos y harinas, no sabés las cosas que traen para comer!

RSM: ¿Cuánto dura la clase?

IL: Y, la clase es de 3 a 7, más o menos, pero después siempre nos quedamos porque tenemos espectáculos, salidas, invitaciones, Pichi Peñas con tremendos bailes.

Cuenteros es la vida misma, es una familia. Tenemos niños ya nacidos ahí, de papás y mamás cuenteras. Tenemos la historia de una tía, una abuela y una nieta que no se conocían y se fueron a encontrar ahí.

 

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RSM: ¿No sabían que eran parientes y se encontraron en el taller?

IL: ¡Sí!, pero además con una historia de reparación familiar tremenda. Tenemos muchas historias que se fueron a sanar a Cuenteros, y gente que después se juntó para armar proyectos. ¡Los hijos tienen tíos y tías a rolete!

RSM: ¿Cuál es el objetivo principal del taller?

IL: Es un ensayo concreto y con resultado de belleza de un proyecto humano de sociedad distinta, de humanidad diferente.

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RSM: ¿Cómo están transitando la cuarentena?

IL: Se siente mucho, para Cuenteros lo difícil es no encontrarnos, estamos muy acostumbrados a ese amorcito de la familia de los sábados. Yo creo que de acá vamos a salir mejores, no vamos a volver a la normalidad de antes, sino a una más bonita. Sueño con eso.

1 Comment on Irene Lozza: la “mamá cuentera” que fundó una movida comunitaria, gratuita y de rescate de los cuentos populares

  1. Beatriz E. Alvarez // 5 de julio de 2020 en 08:56 // Responder

    Gracias Irene, por mostrarnos un mundo mejor !!!!! La Tribu, siempre seguirá adelante. Es un honor haber compartido con Cuenteros Comunitarios!!!!

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