El valor del arte: reciclar para repensar y reflexionar

Este sábado 8 de julio, a las 19hs, Hebe Torres y Adrián Ibarroule, artistas locales, inauguran una nueva exposición de arte en la sala Gunther Blaas del Centro Cultural Cotesma, con curaduría de Melisa Fort. Al respecto, RSM conversó con ella para saber de qué se trata esta propuesta y cómo se gestó la idea que se busca difundir a través de ella.

“A través del trabajo de curaduría se busca acompañar el proceso de los artistas en el desarrollo conceptual de lo que se va a mostrar en cada exposición. En este caso, surgió la posibilidad de armar una muestra para vacaciones de invierno. Con Hebe Torres suelo trabajar continuamente y a Adrián lo conocí el año pasado, me crucé con su trabajo y me pareció que había un diálogo muy interesante entre las obras de ambos”, cuenta Melisa Fort sobre esta propuesta en la que se podrá disfrutar de esculturas en diversos materiales.

Estas piezas, construidas con elementos encontrados o resignificados, pueden tener múltiples objetivos: crear una reflexión acerca de la sociedad de consumo y la obsolescencia programada de los objetos; fomentar la creatividad explorando nuevas formas de expresión; provocar un pensamiento crítico vinculando la humanidad, la identidad y la historia con la obra que se crea.

“A mi criterio, todas las formas artísticas pueden, y deberían, entrelazarse, para potenciar los mensajes que se quieren comunicar. Las obras de Adrián ya estaban gestadas, entonces, empezamos a trabajar desde lo que ya existía, en diálogo con el trabajo de Hebe, con quién sí estuve trabajando desde las instancias de desarrollo conceptual y técnico”, explica la artista sobre la cocina de la curaduría de la muestra, un trabajo que la encuentra apasionada y focalizada en el sentido comunicativo del arte. 

La utilización que Adrián Ibarroule hace con materiales de la construcción en sus obras es una forma de explorar la relación entre la arquitectura y el arte, de crear nuevas piezas únicas, lúdicas y sorprendentes, desafiando las expectativas del espectador y cuestionando la relación entre el arte y la funcionalidad.

El manejo de materiales de construcción en las obras decolonizantes de Hebe Torres desafía las narrativas dominantes e incita a cuestionar la relación entre la realidad actual y el colonialismo. Al utilizar materiales que representan la historia y la cultura de los pueblos colonizados, se llama la atención sobre la opresión y la resistencia, buscando visibilizar las desigualdades que nos atraviesan desde lo colectivo como desde lo individual. 

“Al haber trabajado con Hebe en muchas de sus muestras, tanto en curaduría como en acompañamiento y mentoría, ya tenemos una forma de trabajo conjunto desde la idea, materiales, técnicas y estéticas. Al momento de pensar en la curaduría, muchas cosas ya vienen resueltas desde el acompañamiento de obra. En cambio, con la obra de Adrián me encontré hace muy poco y quedé maravillada. Entre ambos artistas, comparten el reciclado y resignificación de diversos materiales. Hebe tiene una línea muy política, vinculada a los derechos humanos; y Adrián, que es arquitecto, tiene una búsqueda en relación al vínculo entre esta disciplina y el arte, utilizando muchos materiales de construcción que se desechan y reivindicando una esencia lúdica”, explica Fort.

¿Cuál es la distancia entre la materialidad y la fantasía? es una invitación a explorar la relación entre el ser humano y su entorno, y cómo los objetos que nos rodean pueden influir en nuestra percepción del mundo. Un movimiento entre el adentro y el afuera que permita engendrar una mirada provocadora en la que el espacio que queda por fuera del elemento es mucho más inventivo que el espacio íntimo del elemento.

Sobre los artistas

Hebe Torres (Zapala, 1954), docente y artista autodidacta. Multidisciplinar. Desde diversos lenguajes artísticos, técnicas y materialidades, incursiona en temáticas que abordan principalmente los Derechos Humanos, la lucha feminista, la multiplicidad de etnias y los antiguos oficios, entre otros; buscando visibilizar las desigualdades que nos atraviesan desde lo colectivo como desde lo individual.

Entre sus centenares de obras podemos encontrar trabajos que van desde el dibujo y la pintura hasta la escultura y la cerámica, incorporando toda técnica que se cruce en su camino, como las artes del fuego, el grabado y el mosaiquismo, con el fin de aportar a cada obra una fuerza mayor que potencie su significado y consecuente repercusión.

La conjunción de conocimientos y recursos expresivos que emergen en las obras de Hebe nos permiten apreciar y distinguir un estilo propio que se ha ido forjando en el tiempo, acercándonos a su universo simbólico. Sus obras poseen el rigor expresionista y el vigor de figuras inquietantes.

Adrián Ibarroule es arquitecto y artista neuquino, se graduó en la UBA Universidad de Buenos Aires en 1990, donde también ejerció la docencia. 

Ha participado como jurado en Concursos de Arquitectura. Expuso sus obras en diferentes muestras de arte colectivas. Dibuja, pinta y explora diferentes técnicas y lenguajes, recoge objetos de la calle, de las bardas, de las obras en construcción, de la vida. Deja que ellos pierdan las huellas del significado inaugural, explorando —e interviniendo— la materia sensible y perceptible que los constituye. Resignifica. Se resignifica en su propio imaginario. Ofrece a otros la posibilidad de ausentarse, ante la sola presencia de sus criaturas, para que se generen nuevas imágenes: fragmentos de una vida nueva.

De este modo, definiendo entidades antropomórficas —o zoomórficas— con objetos encontrados o en desuso, Adrián Ibarroule, traza uno de los caminos sensibles por donde transitar. Un camino que toma en cuenta el juego, la ironía, la improvisación, el humor y nos invita a recorrerlo y multiplicarlo en muchas otras vías de investigación ¿Cómo un modo de mejorar el mundo (real) que conocemos?

Fotos: cortesía

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