¿Qué son las contraseñas biométricas?

Las contraseñas biométricas son sistemas de identificación que utilizan fenómenos biológicos para llevar a cabo su función. Esta tecnología se conoce como biometría.

Los fenómenos biológicos pueden estar relacionados con cualquier aspecto de un ser humano. Es decir, puede ser un elemento físico, como la cara o la retina, o un aspecto conductual, como una gesticulación.

La mayor ventaja que tienen es que cada persona tiene sus propias características, por lo que su contraseña biométrica es única.

¿Qué tipos de contraseñas biométricas y biometría hay?

Los principales tipos de tecnología biométrica desarrollados en la actualidad son:

Reconocimiento de voz.
Huella dactilar.
Escáner de retina.
Reconocimiento facial.
Geometría de la mano.
Identificación por gesticulación en selfie.
Ritmo cardiaco.
Temperatura corporal y otros fenómenos de homeostasis.

¿Cuáles son los inconvenientes de las contraseñas biométricas?

La biometría es una tecnología que todavía no conoce techo, por lo que tiene un gran futuro por delante. Sin embargo, al ser algo relativamente reciente, todavía cuenta con ciertos inconvenientes y problemáticas.
Aún no son sistemas ultra precisos, fallan con facilidad e interrumpen la experiencia del usuario.
Estadísticamente, hay muchas personas con características muy similares. Además, los softwares actuales no son capaces de discernir diferencias mínimas entre rasgos muy parecidos.
Se trata de contraseñas de un solo paso. En este sentido, se está estudiando la posibilidad de crear contraseñas que analicen más de un factor biométrico a la vez.

¿Qué ventajas tienen las contraseñas biométricas?

Como hemos comentado, es una tecnología en alza, y por tanto, tiene una serie de ventajas que la hacen más segura.
Al combinar modalidades de biométricos en diferentes pasos, se crea un sistema de identificación muy eficaz y seguro. Por ejemplo, pedir primero un reconocimiento facial y después la huella dactilar.
Incluso con sus inconvenientes, son mucho más seguras que las contraseñas tradicionales. Esto se debe a que los algoritmos de análisis son mucho más complejos y los recursos que se utilizan son difíciles de duplicar.
De hecho, el 67% de los usuarios prefiere utilizar contraseñas biométricas ya que son más cómodas de usar. No requieren memorizar consecuciones complejas de caracteres ya que solo implican hacer un pequeño gesto. En este sentido, se trata de una tecnología que veremos cada vez más en nuestro día a día.

Esta información  es suministradas por 3 de fierro. Para más información se puede consultar su web o su facebook.

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