La Biblioteca Popular Quimun busca ser reconocida como espacio cultural para poder seguir creciendo

El espacio que funciona desde hace 5 años arriba de la sala sanitaria de Villa Vega Maipú comenzó a gestarse en 2015, a fuerza de intención por parte de sus vecinos. Después de poner manos a la obra para conseguir absolutamente todo lo necesario, ahora enviaron una nota a la municipalidad para gestionar  reconocimientos institucionales y acceder así a nuevos beneficios, como el registro en el sistema de Bibliotecas Populares.

Foto: Leo Casanova

“Nuestra historia se remonta al año 2015, cuando un grupo de vecinos comenzamos a reunirnos con el fin de armar la biblioteca. Formado el equipo, fuimos juntando material para armar la colección, ya que no teníamos ni un solo libro. Difundimos el proyecto en el barrio para ir viendo la posibilidad de conseguir un espacio. Las dificultades eran muchísimas pero la gran cantidad de chicas y chicos que había con la necesidad de un espacio de cultura, recreación y apoyo escolar era nuestra bandera entusiasta”, comienza a explicar Irene Lozza, una de las vecinas fundadoras.

“Finalmente, la sede vecinal nos cedió un espacio. Una habitación que estaba en realidad ocupada por todo tipo de cosas. Pasamos un tiempo limpiando, pintando y construyendo metros y metros de estanterías, y gracias a ello nos fuimos uniendo más como grupo. Era muy hermoso sentir el apoyo que teníamos de la gente del barrio, que se aparecía a ofrecer materiales, cebar unos mates o subir y bajar cosas por la escalera”, narra Lozza.

“Los vecinos ayudaron a limpiar y donaron pintura, estufas, estantes y mano de obra. Salían con bolsas en los pies, en la nieve, a sacar basura”, aporta Marina Guajardo, una de las vecinas que oficia de bibliotecaria, los lunes y miércoles por la tarde. 

“Cuando tuvimos el espacio listo, llegó la hora del trabajo bibliotecológico. Nuestra biblioteca está ordenada, clasificada y dispuesta según las normas vigentes y en la actualidad cuenta con una colección seleccionada y hermosa de materiales necesarios. Acordar los espacios y usos con la sede vecinal fue otro capítulo, que siempre con mutuas consideraciones dio excelentes resultados. Trabajamos con armonía y respeto hace ya largos años”, continúa Irene en su relato, que forma parte de la nota enviada a la Municipalidad.

Foto: Leo Casanova

“Cuando pudimos ajustar el horario de atención y las personas a cargo del mismo, llegó el momento de inaugurar. Fue un 2 de julio de 2017, dos años después de haber comenzado a soñarla”, dice Lozza. Marina agrega: “El hermoso día de la inauguración contó con la presencia de todos los vecinos, con brindis, torta y actividades”.

Desde entonces, en la Biblioteca Popular Quimun se fueron realizando a pulmón muchas actividades, como talleres literarios, la hora del cuento y la mochila viajera para maestras. Ahora que ya lograron conformar una comisión directiva estable y avanzar en trámites legales, planean nuevas propuestas para el invierno, como jornadas de proyección de películas.

Imágenes de la inauguración – cortesía.

Un hermoso mural decora el espacio de la biblioteca, un árbol, un arcoíris y frases que recuerdan y sostienen los valores que imperan en el lugar. De lunes a viernes, de 9 a 12 y de 16 a 19hs, Lorena Marimar y Marina Guajardo son las encargadas de recibir a los vecinos y dar vida al espacio. La hora del cuento ocurre los viernes a las 18 hs.

“El próximo 2 de julio cumpliremos cinco años y nuestro anhelo es festejarlo contando con un estamento legal, una Personería Jurídica, que nos permita acceder a la Dirección Provincial de Bibliotecas Populares, institución que siempre nos está apoyando para que demos ese gran paso, y así mismo, poder entrar en el sistema de la CONABIP. Este sería nuestro paso definitivo a un orden mucho más importante, ya que podríamos encaminarnos a crecer y desarrollar un trabajo mucho más intenso y sostenido. La Biblioteca Quimun con toda su gente, la que asiste, la que consulta, la que la atiende y la sostiene, se lo merecen”, concluye la carta enviada con fecha 25 de mayo. 

Queda en pendiente y a conocimiento de toda la localidad, el pedido de esta comunidad cultural, que a fuerza de amor y voluntad han creado un refugio, un espacio para crecer, imaginar, aprender, soñar y compartir saberes. Ojalá el 2 de julio no solo festejen un aniversario, sino la conquista exitosa de nuevas metas. 

Fotos: Leo Casanova – Cortesía.

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