En San Martín de los Andes hay obras de Cayol, De Santo y Elgarte

Por Ana María de Mena (*)

En la década del 50, los vecinos de San Martín de los Andes asistieron a novedades auspiciosas, como la provincialización del territorio nacional, que significó un avance institucional. También vieron surgir el Aeroclub Los Andes; la filial local de la Cruz Roja Argentina, que inició las clases de Enfermería; la escuela N° 134 y el Club Andino, impulsado por Bernardo Dickinson.

El esfuerzo de la comunidad puso en marcha el Instituto Secundario San Martín de los Andes, el primero del pueblo. Era un gran adelanto, pero todavía habría que esperar para que abriera un establecimiento dedicado a las artes plásticas. Sin embargo, había docentes que enseñaban lo que estaba en sus posibilidades, como la Sra. Elsa Ubierna de Dicembre en el pueblo, y el maestro José Carlos Bondi en la escuela de Quechuquina. En materia de arte hubo algunas manifestaciones de las que hay algunos testimonios.

“Las Corinas”, óleo afectado por la humedad y el paso del tiempo, de José Carlos Bondi

Rafael Cayol

Una persona que recorrió la zona y pintó fue Rafael Cayol (1914-1990) oriundo de Buenos Aires, donde se había recibido de arquitecto y había leído mucho sobre arte, tanto en castellano como en otros idiomas. En 1934 viajó a Neuquén y diez años más tardes se estableció en la estancia Haichol, en el norte de la provincia.

En 1954 el Intendente del Parque Nacional Lanín, Diego Eduardo Neil lo invitó a exponer sus pinturas en San Martín de los Andes, en adhesión a la celebración de la Semana de los Parques Nacionales. Sobre ese tema, el periódico El Tábano informa que las telas que enviaría versaban sobre pájaros y paisajes regionales. El mismo periódico reseña en otra edición que Cayol expuso en General Roca temas de la “floresta andina”, que generaron elogios.

Inicialmente trabajó con plumín y tinta china, y luego utilizó acuarelas sobre papel de alto gramaje; después incursionó en el óleo sobre tela, a través de los que plasmó la temática de los sitios neuquinos que recorrió. Ilustró varios libros de historia del Dr. Gregorio Alvarez, entre ellos “Donde estuvo el paraíso”, en el que hay siete láminas de su autoría.

Acuarela “Calera de Los Catutos”, con la firma de Rafael Cayol, obra enmarcada perteneciente a una familia sanmartinense

Años más tarde, cuando se hizo el Primer Congreso del Área Araucana en San Martín de los Andes, paralelamente se abrió una muestra de trabajos de Adolfo Bellocq y Cayol. Este  pintor expuso las obras tituladas “Haichol”, “Basílica de San Francisco de Asís”, “Calera de Los Catutos”, “El roto puntero” y “El zorrero”.

De esa visita debió surgir la amistad con doña Bertha Koessler Ilg, a quien Cayol diseñó un ex libris (marca o sello personal del dueño o autor del libro). Escribió “Ensayos de arte”, que publicó en 1960 la Editorial Pehuen y  “Vocabulario picunche-gauchesco del Neuquén”, “Antología de historia” y “El rito fundacional español”.

A fines de los años ’60, realizó la serie de los lagos, “desde San Martín de los Andes a Esquel a partir de notas y bocetos obtenidos durante un viaje por esas regiones”, según la historiadora del arte Lucrecia N.López Jove. Por sus aportes, el salón municipal de exposiciones de Las Lajas lleva su nombre. 

Entre las dos  manos están las iniciales de Rafael Cayol en el ex libris de Doña Bertha Koessler Ilg

Francisco de Santo

Dentro del patrimonio municipal que está inventariado hay un óleo titulado “Descanso” de Francisco de Santo. ¿Será donación del autor después de una exposición? De ser así: ¿cuándo y dónde pudo realizarse la misma? No hay constancias a la vista pero pudo haber ocurrido una muestra, acaso organizada por el Parque Nacional Lanín, o la Biblioteca Popular 9 de Julio. Como sea, la obra está y es de un artista de extensa trayectoria.

Francisco Américo de Santo (1901-1971) nació en La Plata, se formó en el taller de Rodolfo Franco, fue uno de los primeros estudiantes inscriptos en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad de esa ciudad y, becado, realizó viajes de estudio por Italia, España, Méjico y otros países, incluidos algunos africanos.

Participó en varios salones nacionales y del exterior, entre ellos el Salón de Grabadores Argentinos del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Invitado por la Embajada de Francia, integró la delegación americana en la muestra de grabado de la Biblioteca Nacional de París y obtuvo el 1° premio de  Grabado en el Salón Nacional de 1935.

“Descanso”, óleo de Francisco de Santo que trasunta serenidad

Fue impulsor del Bachillerato de Bellas Artes de la universidad platense que hoy lleva su nombre y ha merecido la publicación del libro “Francisco de Santo, un incansable hacedor” de Elisabet Sánchez Pórfido.

Sobre la obra “Descanso”, que se encuentra colgada en un despacho municipal, alguna vez reparó en ella y Sara Lauría dijo: “hay que cuidar esa obra porque es del maestro de Santo”. Y Sara fue una autoridad en materia de arte.

Francisco Américo de Santo.

Miguel Ángel Elgarte

Otra obra del acervo sanmartinense es la estampa en aguafuerte y buril sobre cartón titulada “Carpintero”, de Miguel Angel Elgarte. Se trata de la lámina N° 3 de una serie de 20.

Miguel Ángel Elgarte (1910-1982), nació en Rojas, provincia de Buenos Aires, estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata de donde egresó como Profesor de Dibujo y Grabado. Frecuentó a Emilio Pettoruti y completó con él su formación. Allí también ejerció la docencia.  

Expuso en galería Muller de Buenos Aires y en varios salones de La Plata, Gente de Arte de Avellaneda, Tandil, Mar del Plata, Rosario, etc. Obtuvo una beca municipal y otra provincial para viajar por varios países sudamericanos. Recibió reconocimientos, entre ellos el Premio al Mejor Grabado en el Salón Nacional de 1934, Premio Adquisición de 1948 y otros galardones de instituciones reconocidas. 

“Carpintero”  estampa de un original de calidad inusual.

Fue invitado a salones de la Universidad de Montevideo y a otros de Estados Unidos. Se caracterizó por realizar obras que se podrían definir como “eclécticas”, ya que en ellas se observan varios rasgos de distintas vanguardias. “Carpintero” tiene detalles que se inscriben en el cubismo y otros en el surrealismo. Como sea, es una estampa que demuestra su habilidad para el dibujo y una destreza excepcional en el manejo de las herramientas para grabar. El Museo Municipal de Arte de Rojas lleva el nombre de Miguel Ángel Elgarte.

En síntesis, las obras de Francisco de Santo y de Miguel Ángel Elgarte  merecen estar preservadas y al alcance del público. La del primero se ve en una oficina municipal; la del segundo está guardada, esperando ser rescatada.   

Monograma de Miguel Ángel Elgarte, a la manera del usado por Alberto Durero en sus grabados.

Invitación

En este intento de rescatar los comienzos del arte que se plasmó en San  Martín de los Andes, invitamos desde esta página a escribir a la autora o a Realidad Sanmartinense y aportar imágenes, documentación e información sobre el tema. El propósito es que no se pierdan tales testimonios del pasado.

(*) anamariademena@gmail.com

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