Malajunta: sabores patagónicos, a puro fuego y horno de barro

Hay un restaurante en plena montaña, rodeado de rosales y arboledas, en donde el calor del horno de barro y el fuego de la parrilla invitan a disfrutar de los sabores más tradicionales de la cocina patagónica. En familia, con amigos, en pareja: la experiencia gastronómica de Malajunta es, sin dudas, la de una auténtica comida sanmartinense, entre el fuego y la leña.

Ubicados en Altos del Chapelco, a 10 minutos de la Ruta 40 (altura La Vega), trabajan únicamente con reserva previa para la cena de jueves a sábados; y para los almuerzos de sábados y domingos. La atención es sumamente personalizada, para que cada comensal se sienta especial y disfrute de cada paso de la experiencia. Además, Malajunta ofrece la oportunidad de utilizar el espacio, con todos sus detalles distintivos y en pleno paisaje montañés, para que sea escenario de eventos especiales.

“Nos gusta pensar que Malajunta es mucho más que un restaurante de montaña: es un espacio de encuentro entre amigos; un lugar que eligen las familias para celebrar sus ocasiones especiales; o sencillamente, el gustito permitido de una comida especial con paseo a la montaña”, cuenta Florencia, la responsable detrás de este hermoso proyecto.

“Brindamos un servicio personalizado, dedicándonos a cada comensal para que disfruten al máximo de esta experiencia gastronómica tan patagónica. Por eso trabajamos con grupos reducidos y reserva previa”, explica Florencia, y agrega: “Nos especializamos en platos típicos de la Patagonia, como cordero en horno de barro; variedad de cortes, chorizo, morcilla, matambre de cerdo con limón y romero fresco, ojo de bife y costilla al horno de barro; y matambre de cerdo a la parrilla con romero fresco y limón con guarnición de puré de manzana; todo acompañado con papas rústicas y ensalada”.

También ofrecen propuestas vegetarianas, como humita en cazuela, guiso de lentejas y pastas: variedad de tallarines; ñoquis; sorrentinos de jamón y queso o de trucha; raviolones de calabaza y cebolla caramelizada; todos con salsa a elección entre opciones clásicas y especiales; postres caseros imperdibles, como flan con crema y dulce de leche, helado con frutos rojos, tiramisú, brownie con variedad de acompañamientos y el clásico Don Pedro; y menú infantil. 

Florencia nació en Río Negro, en el seno de una familia que se dedica al turismo desde siempre, con un hotel que levantaron íntegramente con sus propias manos y gestionan hasta el día de hoy. Luego, las vueltas de la vida la llevaron a formar una familia en Luján, provincia de Buenos Aires, donde también estudió gastronomía, en la academia del Gato Dumas.

Con la idea de criar a sus hijos en un ambiente seguro y natural, Flor y Mariano vinieron a San Martín de los Andes: “La belleza de la naturaleza de San Martín y de Malajunta, inmersa en ese entorno montañés, fueron los determinantes que me enamoraron para tomar la decisión de hacerme cargo de este proyecto y trabajar feliz cada día”, concluye.

Se puede ver la carta completa que ofrece Malajunta en el link que figura en su Instagram (@malajunta.cocina), donde además encuentran información sobre cómo llegar y todas sus novedades. Las reservas se toman por whatsapp al 2972 50-9075.

Fotos: cortesía – Ph Delfina Caminiti.

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